En el anterior artículo te comentamos acerca de lo costoso que puede ser el tratamiento para afrontar el cáncer, y lo devastador y doloroso que puede llegar a ser tanto para la persona afectada como para su entorno familiar. Es por ello que te contaremos un poco más sobre cómo funciona el seguro oncológico.
En principio, debes tomar en cuenta que la activación de la cobertura de un seguro oncológico no se da en el preciso instante en el que se adquiere. En general, se debe esperar lo que comúnmente se llama el “periodo de latencia” y el “periodo de espera”. Estos periodos suelen ser de 90 días aproximadamente y tienen por finalidad garantizar que la persona no adquirió el producto con la enfermedad, sino que la adquirió o se manifestó luego de adquirir el seguro.
En el periodo de latencia no se activa la cobertura, mientras que en el de espera la activación es parcial (para determinadas enfermedades). Si la enfermedad se manifiesta luego de haber superado ambos periodos, requerirás presentar un documento en el cual se señale expresamente y al detalle el diagnóstico. Ciertamente, una ventaja de los seguros oncológicos es la opción de realizar exámenes preventivos todos los años para descartar la enfermedad o identificarla con prontitud.
