Emprender un negocio es una tarea titánica, desde la constitución de la empresa hasta la puesta en marcha de la misma. No es fácil, pero cuando a los pocos meses observas los resultados de tu esfuerzo, entonces sabes que valió la pena. Sin embargo, en el negocio siempre hay ciclos. A veces las ventas son muy prósperas y otras, simplemente no. A veces los clientes son buenos pagadores, pero también hay de aquellos que son impuntuales o no te pagan. Estos son riesgos comerciales que enfrenta todo negocio.
Para enfrentar este tipo de riesgos, el mercado asegurador te ofrece soluciones atractivas y funcionales. Uno de estos productos es el seguro de crédito, el cual cubre la pérdida económica de la empresa ante el incumplimiento de pago de tus clientes. Si eres de aquellas empresas que confían en sus clientes y les otorgas líneas de crédito, si alguno te falla por falta de liquidez, la aseguradora cubre el monto que tu empresa deja de percibir por la factura no cobrada.
Para evitarte llegar a esta situación, las aseguradoras te ofrecen de manera adicional el beneficio de evaluación y selección de riesgos, así como el seguimiento de tu cartera de clientes. Y si te enfrentas con clientes morosos, te ofrece también asesoría en la recuperación de cartera. Recuerda, es mejor prevenir que lamentar. No tienes porque asumir un riesgo que puedes evitar.
