Los infartos ocupan el primer lugar como causa de muerte a nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y en el caso del Perú, las enfermedades cardiovasculares aparecen como la segunda causa más importante de decesos. Por eso, en el Día de la Cardiología Peruana es importante compartir información que, en lo posible, facilite una detección a tiempo para prevenir más complicaciones.
¿Cómo se originan los infartos?
Un infarto se origina por la falta de oxígeno en el corazón, es decir, la sangre que transporta este elemento queda bloqueada por alguna obstrucción en las arterias. Este mal puede ser provocado por factores como una mala alimentación, fumar excesivamente o no realizar ejercicios, entre otros.
Es muy importante saber que los infartos dan señales previas que alertan a la persona y que le permiten acudir a una atención especializada. Los más comunes son:
- Dolor del pecho: la parte central del pecho se siente presionada por momentos y luego la molestia desaparece, por lapsos continuos. Este síntoma puede aparecer semanas antes del infarto
- Migraña: un fuerte dolor de cabeza junto a cambios emocionales, vómitos o náuseas por lo menos una vez al mes son síntomas de migraña y pueden, a la larga, dar alertas de un posible infarto.
- Dolor en el hombro o cuello: puede irradiarse a partir del dolor del pecho o aparecer sin causa aparente.
- Falta de aire: sentirse cansado, ahogado o falto de aire, tanto despiertos como durmiendo, son señales de que el oxígeno llega con dificultad al corazón.
- Mareos y desmayos: se presenta mayormente en mujeres, con aturdimiento, alteraciones en la vista o reducción del equilibrio, provocados por un corazón debilitado.
- Disfunción eréctil: en los hombres, tener problemas para mantener una erección está relacionado a la falta del flujo de sangre y pueden marcar una propensión a sufrir un problema cardiovascular.
Es importante resaltar que los infartos son más frecuentes en personas mayores de 40 años, en varones y mujeres. Pero también aparece en jóvenes, por lo que se recomienda hacerse un chequeo preventivo una vez al año y llevar una vida saludable.
Si sientes alguno de los síntomas antes descritos o conoces a una persona que presenta tales señales, lo recomendable es acudir de inmediato al médico para una evaluación más profunda que descarte el mal o que prevenga su aparición.
