Los seguros son productos que tienen muchos mitos alrededor. Por lo general, una de las excusas más comunes para evitar adquirir un seguro es porque, supuestamente, son muy costosos. Esto no es cierto.
La adquisición de un seguro no tiene por qué ser costosa. El mercado de seguros ofrece una variedad de opciones con diversos precios que se adaptan perfectamente a las necesidades de cada usuario.
El precio de un seguro depende de las opciones de cobertura que busques. Mientras haya más situaciones de cobertura, es decir, más eventos para ser cubiertos por el seguro, su costo probablemente aumentará.
Sin embargo, las compañías aseguradoras suelen ofrecer paquetes básicos en cada seguro que ofrecen. En la mayoría de casos, estos seguros básicos o generales tienen precios accesibles. Asimismo, algunas compañías aseguradoras ofrecen seguros con coberturas específicas o personalizadas, protegiendo solo lo que el asegurado especifique lo que hace que el costo del producto sea menor.
La adquisición de un seguro puede ajustarse a tu economía y no tiene por qué significar un gran gasto. Solo debes informarte en torno a las opciones que hay en el mercado y asesorarte adecuadamente para que tomes la mejor decisión.
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Rompiendo mitos: ¿Es costoso un seguro?
