Los espejos retrovisores del auto funcionan como ayuda a nuestra vista para direccionar el vehículo que manejamos. Nos permiten observar personas u objetos ubicados por detrás o a los lados del vehículo, para cambiar de carril o desplazar el auto en retroceso.
Sabemos que los autos cuentan con tres espejos: dos de ellos están ubicados en cada esquina lateral externa y visibilizan la presencia de algún vehículo en los costados; y el tercero situado en la parte interior, pendiente del techo frontal entre el asiento del conductor y el copiloto. Este último nos ofrece una visión de las personas y de los autos que se aproximan por la zona trasera.
¿Son iguales que cualquier espejo?
No lo son. A diferencia de los espejos que se encuentran en el cuarto de baño, los de auto poseen una forma esférica o convexa para que, cuando se mira a través de ellos, dar la sensación que los otros vehículos están más cerca. Con esta característica, alertan al conductor y le dan más tiempo para reaccionar ante un imprevisto.
Qué importancia tienen
Muchos conductores no le toman la debida importancia a estos accesorios cuando se quiebran o llegan a desprenderse, pese a que son piezas fundamentales para la seguridad del conductor. ¿Sabes por qué son importantes? Te lo contamos:
- Mejor visión del panorama: al funcionar como una extensión de los ojos, otorgan una mejor visión de los lados y de la parte trasera del auto, sin necesidad de voltear la cabeza.
- Maniobras seguras: otorgan seguridad al momento de cambiar de carril o frenar el vehículo.
- Asistencia para estacionar: ayudan a observar a los lados para no golpear o rozar el auto con otros objetos.
- Disminuir los puntos ciegos: el ajuste correcto de los espejos evita que algunas zonas laterales escapen de la visión.
Finalmente, antes de que encendemos el vehículo debemos verificar si los espejos se encuentran en perfecto estado y limpios, para proporcionar una imagen clara y nítida.
