Si has pasado por la desagradable experiencia de quedarte varado a la mitad de un camino porque tu auto dejó de funcionar, no querrás repetir esta situación nunca más. Una de las formas más efectivas de evitarlo es atender las señales tempranas que te indican que el motor está averiado. En esta nota te explicamos cómo hacerlo sin necesidad de ser un experto en mecánica. Sigue leyendo.
Presta atención al olor. Como conoces bien tu auto, te resultará sencillo detectar cuando se presente un olor inusual, a gas o uno similar al de los talleres de mecánica. Puede ser un indicio de una manguera rota, el recalentamiento de una parte del motor o una filtración. Aunque las causas pueden variar, lo más probable es que algo no está marchando bien ¡y que necesites llevar tu vehículo al taller cuanto antes!
Revisa las luces de advertencia. Se les llama así por una clara razón. Están conectadas a sensores que monitorean todo tu vehículo, por lo cual son capaces de alertarte mucho antes de que tu motor empiece a echar humo o deje de funcionar. Si luego de encender el vehículo, algún ícono del tablero de luces de advertencia se queda encendido, presta atención a su mensaje y bríndale el mantenimiento que requiere. ¡La clave es no dejarlo para mañana!
¿Cambios bruscos? Si el desplazamiento de tu auto deja de ser suave y, en cambio, se acelera de repente, para luego desacelerarse de forma brusca, esto puede deberse a unas bujías desgastadas o a un filtro obstruido.
El humo inusual. Si es blanco significa que la falla en el motor es reciente, mientras que el humo negro es una señal de que el daño ha avanzado bastante. Si ese es tu caso, ¡toma acción!
Chillidos incómodos. ¿Introduces la llave para encender el motor y en lugar de que arranque escuchas un chillido? Si es así, tu auto presenta un problema en el motor de arranque y necesitas llevarlo al mecánico tan pronto como puedas.
Miniexplosiones. Escuchar un sonido similar al de una pequeña explosión dentro de tu auto evidencia un problema en los cilindros o la falta de afinación del motor. ¡No permitas que esta situación empeore!
Si una o varias de estas señales se repiten de forma frecuente, entonces no pierdas tiempo, pues lo más probable es que necesites llevarlo al mecánico antes de que deje de funcionar por completo.
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