Luego de meses de negociaciones logras concretar tu primera venta a un cliente del exterior. Entonces, surge tu primera duda. Debes enviar tu mercadería por barco y no tendrás control sobre ella. ¿Cómo te aseguras entonces que en el trayecto no se pierda o se dañe? El cliente no volverá a confiar en ti si eso sucede.
Para evitar este tipo de situaciones complicadas e inesperadas, las compañías de seguro tienen un producto idóneo: el seguro de transporte. Este producto cubre las pérdidas económicas que se generan a raíz de la ocurrencia de un siniestro que impacta directamente en el valor económico de tu mercadería, independientemente del medio de transporte: aéreo, terrestre, marítimo, fluvial, ferroviario o lacustre (lagos). De manera que si deseas exportar mercancías, equipos o repuestos, maquinarias, materia prima, entre otros, es recomendable que consultes por este producto.
¿Qué riesgos cubre el seguro de transporte? Algunos de los riesgos que cubre son: hurto, extravíos, pérdidas y daños durante las operaciones de carga y descarga, el impacto de un siniestro en el vehículo (rayo, incendio, explosión y más), entre otros. Puedes contratar tu póliza por todos los riesgos o por parte de ellos; eso dependerá de ti. De igual forma, puedes asegurar solo el traslado de tu mercadería, su estadía en aduanas o ambas. Ciertamente, cuanto más riesgos consideres incorporar, la prima será mayor.