Quizás alguna vez has leído o te has topado con el término periodo de carencia, sin entender muy bien de qué se trata o para qué es útil. Bueno, es el momento de salir de dudas.
Para comprenderlo fácilmente tomemos como ejemplo un seguro de salud. Cuando lo tomes, tu aseguradora te dirá que por un breve plazo no estarán activas algunas de las coberturas en los establecimientos asociados.
¿Qué quiere decir esto? Que no podrás ser atendido por ciertas enfermedades o condiciones médicas hasta que se cumpla este periodo llamado “de carencia”, que suele durar entre 30 y 90 días, dependiendo de la compañía operadora y de la naturaleza del seguro.
¿Por qué ocurre? Se debe a que las aseguradoras no conocen completamente tu historial médico cuando tomas el producto. Durante la carencia verifican que la información que declaras sea cierta y, al mismo tiempo, disuaden de posibles situaciones irregulares al informar sobre el periodo.
Es importante destacar algunos temas importantes de los periodos de carencia:
- Durante la carencia sí se pueden atender enfermedades que impliquen riesgo de muerte, como derrames cerebrales, apendicitis, infartos cardíacos, etc. Todas estas situaciones sí serán atendidas por el seguro correspondiente.
- Algunos productos como los seguros de accidentes no contemplan este periodo.
