Una de las excusas más frecuentes que ponemos al momento de rechazar un seguro es que “no nos permitirá ahorrar”. Nada más lejos de la realidad, en la siguiente nota de explicamos por qué esto es solo un mito.
Al momento de adquirir un seguro, tu compañía te informará cuál será la prima que deberás pagar, es decir, antes de firmar un contrato sabrás con claridad si el pago que realizarás está dentro de tus posibilidades económicas.
Además, recuerda que, en caso de un siniestro, la aseguradora actuará como respaldo financiero, lo cual no solo protegerá tu economía, sino que también te permitirá asumir el imprevisto que sin un seguro afectaría considerablemente tus ahorros.
Decir que no podrás ahorrar también es desconocer que en el mundo de los seguros hay productos que son un importante instrumento de ahorro a largo plazo. Tenemos así los seguros de vida con retorno, que cada vez son más populares, porque te permiten ahorrar y proteger financieramente a un ser querido si falleces o tienes un accidente.
Como ves, los beneficios de contar con un seguro son múltiples: no solo te libera de posibles gastos, sino que, además, cuida tu estabilidad financiera y evitará que te endeudes, a veces incluso por años, si te toca enfrentar emergencias o cualquier tipo de imprevistos.
