Los seguros son productos que tienen muchos mitos alrededor. Generalmente, una de las excusas más comunes para evitar adquirir un seguro se debe a que, supuestamente, si uno se cuida, no le ocurrirá nada y no necesitará adquirir un seguro. Sin embargo, esto no es necesariamente cierto.
Cuidarse y tomar precauciones, en muchas ocasiones, no es suficiente. Por más que uno tome los cuidados necesarios, estos no otorgan la misma seguridad de contar con un seguro que está dirigido a protegerte según tus necesidades.
Existen una inimaginable cantidad de situaciones imprevistas que no pueden evitarse y, por ello, es mejor contar un producto que te proteja de los gastos eventuales que implican estos posibles escenarios. Enfermedades, complicaciones de salud, accidentes, siniestros: todo esto implica gastos no planificados que pueden tener un gran impacto en nuestras finanzas.
Por estas situaciones que no pueden evadirse, pese a contar con todos los cuidados necesarios, el mercado asegurador ofrece una serie de productos que se adaptan a la protección que cada persona busca.
Con la contratación de un seguro, no solo cuidas tu salud física, sino también la económica.
Los jóvenes y el mito
Más allá del poder adquisitivo, una evidencia sobre este mito podría ser el porcentaje de jóvenes que prefiere cuidarse antes que adquirir un seguro de salud.
De acuerdo al INEI, el 35.6% de los jóvenes entre 20 a 24 años, quienes se encuentran en la etapa inicial de su vida laboral, no cuenta con un seguro de salud. Este porcentaje es mayor, comparativamente, al de la población peruana que no tiene un seguro de salud (24.5%).
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