Al igual que nuestro organismo pide refrescarse con algún líquido o agua fría para cuando tiene sed o calor, el auto también necesita un líquido refrigerante especial para mantener su temperatura ideal y funcionar eficientemente. De no obtenerlo, el vehículo podría dejar de funcionar en medio de la pista.
El líquido refrigerante es un elemento importante para el vehículo, ya que su objetivo es absorber el calor del motor –pues sin este, se sobrecalienta–. A diferencia del agua, que también se usa en los autos, este líquido no genera corrosión dentro del sistema ni provoca daños a largo plazo.
Además de cuidar la temperatura del auto, también es importante porque:
- Evita la formación de espuma y gas dentro del sistema
- Soporta bajas temperaturas evitando el congelamiento de piezas en invierno
- Lubrica y limpia las piezas del sistema de refrigeración
- No genera depósitos que obstruyan el flujo del sistema
Es fundamental cambiar el líquido refrigerante cada 20,000 km aproximadamente. Si ocurriera una emergencia y no tuvieras suficiente líquido, puedes combinarlo con agua para salir del apuro; pero luego debes llevar el auto al taller para que los técnicos retiren esa mezcla y coloquen la cantidad correcta de líquido.
Te recomendamos utilizar el líquido refrigerante que te sugiere el fabricante del auto o consultar con un experto.