Muchas personas asumen que si cuentan con el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) su automóvil estará protegido frente a un accidente y que cubrirá todos los gastos eventuales de su reparación. ¡Sin embargo, eso es un mito! A continuación te explicamos por qué.
El SOAT es un seguro de contratación obligatoria, no tiene como finalidad proteger a los vehículos, sino a todas las personas que resulten afectadas por el siniestro, desde el conductor hasta los transeúntes. Su fin es únicamente social, por eso su prioridad es salvaguardar la integridad de las víctimas de accidentes de tránsito y no la de tu auto.
Generalmente cuando ocurre un accidente, el SOAT del vehículo implicado se activa de forma inmediata y cubre los gastos médicos y eventuales indemnizaciones de los heridos y familiares de los fallecidos. La cobertura alcanza a todas las víctimas, tanto las que se encuentran a bordo del vehículo como los peatones, pero no incluye daños materiales.
Si buscas proteger tu auto, lo mejor es optar por el Seguro Vehicular, que complementa de forma óptima al SOAT. Con este producto, la aseguradora se hará cargo de la reparación de los daños que le ocasionó el siniestro e incluso podría reemplazarlo por uno nuevo, lo que dependerá de las condiciones que se fijen en el contrato.
Asimismo, si optas por la cobertura contra todo riesgo y te roban el auto, la compañía aseguradora te devolverá el valor de tu vehículo. ¡De esta manera estarás blindado ante las pérdidas económicas y no tendrás por qué preocuparte en ningún escenario!
¿Te imaginas conducir sabiendo que cuentas con un doble respaldo ante cualquier adversidad? Es una tranquilidad que sin duda tú y los tuyos merecen tener.